SAN VICENTE DE PAÚL
Primeros años y ordenación sacerdotal
Nacido de Juan de Paúl y de Beltranda de Moras , originarios de Tamarite de Litera.
Según la teoría de Pouy, Vicente
de Paúl nació en una pequeña casa rural en las afueras de la aldea de Pouy, a
unos cinco kilómetros de la ciudad de Dax, en el departamento de las Landas,
situado al suroeste de Francia. En el lugar de su nacimiento, conocido hoy como
Berceau de Saint Vincent de Paúl, se levanta una modesta construcción de
ladrillo y vigas de madera muy parecida a la casa en que nació Vicente en abril
de 1580 ó 1581.
Era el tercero de seis hermanos. La modesta condición de la familia hizo que muy pronto el niño Vicente tuviera que contribuir con su trabajo de pastor de ovejas y de cerdos a la economía familiar. Pronto también dio muestras de una inteligencia despierta, lo que llevó a su padre a pensar que podía hacer una carrera eclesiástica. Cursó estudios primarios y secundarios en Dax, y posteriormente filosofía y teología en Toulouse durante siete años. Estudió también en Zaragoza. Se ordenó sacerdote muy joven, a los veinte años, con la intención de ser párroco de inmediato y así poder ayudar a su familia.
Origen de su vocación por los pobres
Su visión, limitada en sus comienzos a la población campesina, se fue ampliando progresivamente hasta incluir condenados a galeras, enfermos pobres, niños abandonados, soldados heridos, esclavos, ancianos desamparados, mendigos, refugiados de guerra o nativos paganos de Madagascar. Movilizó para ello a sacerdotes (Congregación de la Misión, Conferencias de los Martes), a hombres y mujeres de la nobleza, de la burguesía y del pueblo llano (cofradías parroquiales de caridad y Damas de la Caridad), a jóvenes campesinas (Hijas de la Caridad); a todos ellos intentó contagiar con su propia visión del Evangelio y su experiencia cristiana, basada en las palabras mismas de Jesucristo en el Evangelio de San Lucas: "El Señor me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres, la liberación a los cautivos, la vista a los ciegos, la libertad a los oprimidos".
La Congregación de la Misión y las Hijas de la Caridad
En el proceso de guiar a los
grupos que fundó, Vicente mantuvo una profusa correspondencia de más de 30.000
cartas, de las que solamente se conserva un diez por ciento. Dio frecuentes
conferencias a la Congregación de la Misión y a las Hermanas. Únicamente se
conserva un pequeño número de ellas y éstas son simplemente referencias de los
copistas sobre lo que él decía. También dio conferencias a las religiosas de la
Visitación, confiadas a su cuidado por Francisco de Sales en 1622.
La obra Vicentina
Vicente de Paúl fundó la
Congregación de la Misión en 1625, gracias a una suma de dinero que los Gondi
pusieron a su disposición el 17 de abril de ese año.
En el proceso de guiar a los
grupos que fundó, Vicente mantuvo una profusa correspondencia de más de 30 000
cartas, de las que solamente se conserva un diez por ciento. Dio frecuentes
conferencias a la Congregación de la Misión y a las Hermanas. Únicamente se
conserva un pequeño número de ellas y éstas son simplemente referencias de los
copistas sobre lo que él decía. También dio conferencias a las religiosas de la
Visitación, confiadas a su cuidado por Francisco de Sales en 1622.
Muerte y reconocimiento
En junio de 1660, las fuerzas de
Vicente de Paúl comenzaron a flaquear, hasta su muerte en París el 27 de
septiembre de ese año. Henri de Maupas du Tour, predicador de su funeral,
declaró: "Poco le faltó para cambiar la faz de la Iglesia". Sus
reliquias se conservan en París. Fue beatificado el 13 de agosto
de 1729, y canonizado el 16 de junio de 1737. Su festividad se celebra el 27 de
septiembre.
SANTA LUISA DE MARILLAC
Orígenes
Luisa nació en París, de una familia noble de Auvernia como hija natural de Louis I de Marillac (1556-1604) caballero y señor de Ferrières-in-Briei de Villiers - Adam. Luisa no conoció a su madre y su padre murió cuando ella tenía trece años. No obstante, estuvo bien cuidada y recibió la educación en el monasterio real de Poissy, cerca de París dónde su tía era religiosa dominica.
Trayectoria
En 1604, muerta su tía, viajó a París, donde será tutor su tío Michel de Marillac (1560-1632), futuro canciller de Francia.
Luisa aprendió a llevar una casa y entró en los ambientes de reforma católica de la capital, frecuentando las capuchinas del Foubourg Saint - Honoré. Pensó ingresar en alguna congregación e hizo voto de servir a Dios y al prójimo.
Matrimonio
Luisa estaba desorientada sobre el próximo paso en su camino espiritual. Su familia la convenció de que el matrimonio era la mejor alternativa y un tío suyo arregló su boda con Antonio Le Gras, hombre joven y ambicioso que parecía destinado a grandes logros. Luisa dio el gran paso hacia el matrimonio en 1613, la pareja tuvo su único niño en el primer año de matrimonio. Aunque consagrada a su familia, Luisa seguía todavía anhelando una vida de servicio a Dios y cumplir su voto privado de dedicación total a Él.
Poco después del nacimiento
de su hijo, su marido, Antonino, contrajo una enfermedad crónica y finalmente
cayó postrado en cama.
Vicente de Paúl se convirtió en su director espiritual en 1625. Durante los ocho años siguientes se comunicaron a menudo a través de cartas y reuniones personales. En 1632, Luisa hizo un retiro para buscar una guía interna con respecto al próximo paso a dar.
Su
intuición profunda la llevó a comprender que había llegado el tiempo de ir al
mundo a ayudar a los pobres y necesitados manteniendo una vida espiritual
interior. Luisa se sintió preparada para esta misión y comunicó estas aspiraciones
a Vicente.
Fundación de las Hijas de la Caridad
En el siglo XVII en Francia el
cuidado caritativo de los pobres estaba completamente desorganizado. Muchas
personas poco privilegiadas eran víctimas de la inexistencia de cuidados o de
las malas condiciones en el hospital.
Las «Señoras de la Caridad», fundadas por
Vicente de Paúl muchos años antes, proporcionaban algún cuidado y recursos
monetarios, pero esto no era bastante. Al comienzo de 1633, Luisa asumió la
tarea de poner orden en ese caos. Aunque las adineradas Señoras de la Caridad
tenían fondos para ayudar a los pobres, no tenían el tiempo o el temperamento
para vivir una vida de servicio e inserción entre los pobres. Luisa de acuerdo
con Vicente reunió en su casa para formar a las mujeres del pueblo jóvenes
humildes que tenían la energía y la actitud apropiada.
Con un grupo de cuatro
jóvenes que vivían en su casa, Luisa comenzó a prepararlas y a preocuparse de
los necesitados y les enseñó también a desarrollar una vida profunda de
espiritual «Amar a los pobres y honrarlos como honrarían al propio Cristo».
Esto fue la fundación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
QUE EJEMPLO NOS DA A SEGUIR
San Vicente y Santa Luisa son grandes misioneros de Dios e instrumentos que con los dones del Espíritu Santo hacen obras bondadosas que benefician a los mas necesitados especialmente a los NIÑOS los cuales son personas inocentes e inofensivas.
Gracias a la existencia de estos grandes personas de buen corazón, actualmente las imitan no para hacer el mal sino para hacer el bien hacia la sociedad.


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